jueves, 17 de marzo de 2011

Zombie





































Safe Creative #1103178751145




Invertebrada babosa subterránea
que chupas el cáncer del mundo,
fin último de todas las religiones,
vida después de la vida
desperdiciada en falsos ídolos de esperanza:
muerto viviente.
De vez en cuando sales de tu quebradizo hogar
y buscas el brebaje que ese brujo te recetó.
Pero, como siempre,
te dejaste engañar
y siempre, siempre,
vuelves a tener sed.
Camina de un lado a otro,
mira caras y caras como la tuya,
haz que vives un poco
y, cuando los gusanos salgan de tu boca,
devorando tu cuerpo en todas direcciones,
vuelve de nuevo a tu agujero.
Allí abajo,
los insectos y las ratas y los gusanos
te mantienen calentito.
¿Por qué moverse entonces?
Ah,
como en tu fosita no se está en ningún sitio.

Ellos son los que sorben las almas de los culos
con una pajita de plástico,
cuya sangre es manteca
y su vida un puro festín de carne,
carne, carne y carne sin parar.
Cuando el hambre les colma,
haciéndoles supurar mayonesa,
salen al exterior y los espejos les multiplican,
pero siguen sin percibir la isla de su egoísmo.
Lo que perciben es comida,
todo es comida,
y todo se traga.
Sus reflejos, desnudos e inexpresivos,
siguen su legado de cósmica gula
y lo que paren es la marabunta
que traga y traga
los cimientos de la ciudad,
el circo, el estadio, el centro comercial....
y nunca se llenan
hasta que estallan
y las tres cuartas partes de la Tierra
se convierten en vómitos y excrementos,
y el planeta azul se convierte en planeta verdimarrón,
ahogado en un cataclismo fecal.
Eso es lo que se ve desde las estrellas,
porque abajo, en el único saliente rocoso,
el último caníbal babea
mientras termina de rebañar
el hueso de su mano derecha.

Safe Creative #1103178751152




Foto:
-"Just it", ilustración de Jose Ángel Conde (Josef A.)









miércoles, 2 de marzo de 2011

El limpiador sucio
































El limpiador sucio
armado con hambre insectívora.
Quiero ser el loco,
quiero ser por siempre el loco,
quiero ser el loco
y encender llamas de piedra.
Un Enola Gay todo ojos
dispuesto siempre para reventarlo todo.
Masticando el metro,
odiolife,
sorprendido por la melancolía de la araña
o por el sarcasmo del agujero negro.
El bollo está muerto.

Rajando el cerebro de las mariposas
surgen letras intemporales, totales,
un código para interpretar
la danza del devenir.
¿No lo ves?
La kármica picadura del reptil
pide siempre un antídoto,
pero no hay nada que detenga
el fluir de tus ríos arteriales.
Tu sangre es la cura.
Por eso hay que ser vampiro de uno mismo,
sorbiendo eternidad
de la base trasera del alma...
Justo ahí,
cortando ondas sinusoidales de desesperación,
siempre acosado por los parásitos del tiempo,
cosido a agujeros que no son más que eso,
agujeros...

Safe Creative #1103028616587





Foto:
-Ilustración de Thomas Ott